miércoles, 1 de abril de 2009

Te vi...

Mientras avanzaba el autobús, mis lágrimas fueron limpiando el desencuentro y la angustia. Sólo quedó tu recuerdo. Desapareció el tiempo y la calle. Mi alma sanó y entendí. No hacía falta hablarte, no tenía porqué acercarme. Sólo necesitaba sentir una vez más la maravilla, y la realidad. Sonreí. Y la vida cantó y la dicha me habló.

El agua no paraba de correr pero...
me siento feliz.

5 años después, tanta vida después y...
aún no te supero. Ni lo haré.

te quedaste en mí.


1 comentario: