El cielo se tornaba púrpura y negro y sentí miedo. Era de tarde, unas 5:30 PM. Oscurecía. Caminaba yo por las calles de un pueblo desconocido pero familiar. De pronto el cielo. El cielo de nuevo. Radares en forma de araña con mira láser se apostaron frente a mí, apuntándome. Me vi descubierta. Me vi vulnerable. Me vi débil. Empecé a huir. Caminaba por caminos oscuros, por un callejón desierto, y de repente apareció Crixo, y la negra. Ambos angustiados. El carro de Crixo hecho un desastre. Crixo huyendo y...más radares arañas. Más miras láser.
Todos estábamos apuntados. Y el cielo. El cielo negro. Y yo corriendo. Y crixo, y la negra. Y la angustia, y el cielo.
Era el fin.
Me desperté a las 5:30 AM con un sobresalto y el estigma de la mira láser en mi frente.
Mensaje de texto de Crixo: "Prepárate. Vamos por ti".
Volteé a mi ventana y...
el cielo, el cielo se veía púrpura, y negro....
Si esto es Caracas, yo quiero ir. (El púrpura y el negro son mis colores favoritos) No tengas miedo, según me contaron por ahí, todavía tenemos algunos años.
ResponderEliminarte mando abrazos protectores
Gracias, guapa. Siempre es agradable leer tus comentarios. Te cuento que casualmente hoy a las 3.54 PM hubo un temblor 4.3º en la escala de Richter....me acordé mucho de este cuento y de esa pesadilla. Por suerte acá en la casa no se sintió nada...
ResponderEliminaryo como que tendré que montar mi taguara. Anoche tembló de nuevo. Y en mi casa se estaban quedando Crixo y la negra...terminamos pasando la noche en el carro, aterrados. Y el cielo de Caracas anoche se veía rojo.
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