Hoy Presentamos:
"Y pues inventé la excusa de las manitas a ver si me acercaba a ti",
dijo con ese acento sureño que moja. Las greñas rubias de surfista
con ojos azules, el cuerpo de mar y esa cara fueron el foco de mi atención aquella noche.
Se nos había acercado al grupo con las manos sucias de haber cambiado un
caucho. Pedía ayuda.
"Si estuviera solo, otra sería la historia, pero tengo cerca a mi mujer.
Y ya me voy", corría el agua del grifo. Continuó. "Pero eso es falta de
confianza. O es que no me sentaré en las piernas de Santa?", En
momentos así dejo de ser yo, o me transformo en mí quizás. Lejos de
todo, gente desconocida. Él la miraba. Yo volteaba. Mientras, se
restregaba las manos. Palabras más, miradas menos, no salía de mi
asombro.
Nos vemos en el baño.
Contra la pared en fracciones de segundos, cabellos,
caras, espalda, Uruguay, nervios y ansiedad se encontraron en el
veintiúnico refugio de la casa. Yo sostenía la puerta. Navidad en verano.
Una toalla y manos limpias mientras tapábamos susurros. Nos despedimos
amistosamente, cada quien a su puesto, aunque el rojo y la gran sonrisa
nos delataba.
Y fue así como pude olvidar por un rato las canciones que dices
componerle románticamente a una tonta con nariz de papa por correo, las
fotos que supuestamente son exclusivas para mí enviándoselas a otras, y
mi cara de estúpida por querer intentar algo contigo.
(2009)
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