sábado, 27 de marzo de 2010

The Uninvited


Hoy Presentamos:

Luego de haber encargado el vestido crema de cocktail: ese con las flores verde agua pintadas a mano, las tiras de cristal Swarosky bordado, estrás y chal de gasa; luego de haber adelgazado 20 kilos a base de linaza, pepino y piña; después de haber corrido 300 mts tras el taxi negro sin rotulación, soportado el embotellamiento y llegado finalmente al recinto. Luego de un año certero de entrenamiento, de ahorrar la liquidación del trabajo, más la venta de las tortas por las tardes. Tras haber hecho el encargo por Internet, después de furtivas y obligadas noches de placer a cambio de passwords y lugares confiables de compra. Después de comprobar que sí había podido corregir su falla con la mira a distancia, tratando de que no salpicara el rojo con los santos, de que los niños no sintieran casi, de que los viejos pudieran ver sus tripas antes de caer, de que ninguno de los invitados se les escaparan de vista, de que no se le deshiciera el peinado, de que al presbítero no se le ocurriera empezar un sermón sin llenarle la boca de esquirlas, de poder verla sufrir lentamente en torno al inmaculado atuendo manchado de chocolate espeso ira, de verla a los ojos, de que la viera a los ojos...luego de propinarle cuatro disparos en seco sobre sus bolas y clavarle el plateado tacón de aguja sobre el glóbulo del ojo izquierdo, Lola finalmente comprendió que ya era momento de olvidar a Orlando.















publicación: 25-Junio-2005


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